Mario Vaquerizo: "Soy heterosexual, pero hay hombres que me resultan atractivos"
- El representante se define en su libro como un "bisexual teórico y estético".
- "Mi opción sexual es plenamente heterosexual, pero no puedo, ni quiero, evitar reconocer que hay hombres que me resultan guapos y atractivos", ha escrito.
- Asuntos tan íntimos como sus preferencias sexuales o la inesperada muerte de su hermanoocupan parte del libro en el que el periodista, representante y showman Mario Vaquerizo ha recogido sus impresiones personales sobre algunas de las figuras centrales de su vida, de su madre a su esposa, la cantante Alaska.Será el 3 de abril cuando llegue a manos del público Haciendo Majaradas, Diciendo Tonterías (Espasa), obra en la que el líder de la banda Nancys Rubias desnuda y describe las coordenadas de su universo existencial desde su peculiar punto de vista, "irónico, divertido, auténtico y muy espontáneo" y alejado de la intensidad, que le da "alergia", ha informado este lunes la editorial.
---------------------------------------------------
La "banda de las rubias", secuestro exprés a la brasileña
Con 31 años de carrera en la policía brasileña, Joaquim Dias Alves acaba de descubrir un caso de secuestros, robos y sensualidad que creía reservado para el cine: "La fantasía se vuelve realidad", dice, asombrado.
Se trata de un grupo de mujeres jóvenes, educadas y de clase media que durante meses se dedicó a capturar víctimas en centros comerciales de Sao Paulo para gastar con sus tarjetas de crédito.
Pero el investigador sostiene que lo que realmente hace este caso diferente a otros es el arma principal que usaba el grupo para sus fechorías: "La seducción".
"Son muchachas bonitas, realmente", señala el policía en declaraciones a BBC Mundo. "Bien vestidas, maquilladas…"
En Brasil han sido definidas como la "banda de las rubias", por el color del pelo de la mayoría de sus integrantes.
Secuestros exprés
El modus operandi del grupo consistía básicamente en buscar víctimas mujeres en centros comerciales de las zonas sur y oeste de Sao Paulo, más bien solas, ricas y con similitudes físicas a alguna integrantes de la banda.
La banda operaba sobre todo en centros comerciales de la ciudad de Sao Paulo.
"La víctima era elegida (para) que tuviese las mismas características de las rubias", explica Alves.
La seguían hasta el estacionamiento del local y la obligaban con un arma a entrar a su vehículo. Ahí le robaban objetos de valor, documentos, tarjetas de crédito y códigos de seguridad de las mismas.
Mientras la víctima era llevada a dar vueltas por la ciudad en su propio auto, otra integrante de la banda se quedaba con las tarjetas de crédito.
Entonces llegaba el momento utilizar sus encantos para hacerse de un gran botín.
La "rubia" con las tarjetas robadas se dedicaba a recorrer centros comerciales y gastar todo lo que podía, confundiendo a los empleados con sus buenos modales y presencia agradable para evitar las sospechas.
"La víctima era elegida (para) que tuviese las mismas características de las rubias"
Joaquim Dias Alves, policía
Según Alves, el objetivo de la impostora era cambiar "la percepción de lo que estaba ocurriendo, con el uso de la tarjeta de crédito y la identidad de otra persona", que solía parecerse a ella.
Las tiendas favoritas de la banda eran sobre todo de artículos electrónicos, dijo el investigador, pero también compraban ropa de marca y sacaban todo el dinero que podían de
cajeros electrónicos.
Alves cree que la banda tenía un nivel de organización importante, incluso para dividir al equipo de secuestros y del de compras, de modo que fueran más difíciles de identificar por las víctimas una vez liberadas.
"El detalle es evidentemente la inteligencia, la estrategia que fue empleada para actuar", explica.
"Mucho" dinero
Se estima que la banda lleva tres años de actuación, aunque al principio comenzó con asaltos en edificios y recién después se dedicó al secuestro de por lo menos medio centenar de personas.
Las autoridades dicen que ya empezaron a desarticular a la banda.
Alves aclara que el número de víctimas sigue creciendo con la difusión que el caso ha tenido en los medios en estos días, que hizo aparecer nuevas denunciantes.
La policía cree que finalmente ha comenzado a desarticular a la banda.
Este jueves fueron arrestados como sospechosos de pertenecer al grupo una mujer (la única morocha que se cree que lo integraba) y un hombre (se estima que su función era asegurar los secuestros y conducir el vehículo)
Se trata de un grupo de mujeres jóvenes, educadas y de clase media que durante meses se dedicó a capturar víctimas en centros comerciales de Sao Paulo para gastar con sus tarjetas de crédito.
Pero el investigador sostiene que lo que realmente hace este caso diferente a otros es el arma principal que usaba el grupo para sus fechorías: "La seducción".
"Son muchachas bonitas, realmente", señala el policía en declaraciones a BBC Mundo. "Bien vestidas, maquilladas…"
En Brasil han sido definidas como la "banda de las rubias", por el color del pelo de la mayoría de sus integrantes.
Secuestros exprés
El modus operandi del grupo consistía básicamente en buscar víctimas mujeres en centros comerciales de las zonas sur y oeste de Sao Paulo, más bien solas, ricas y con similitudes físicas a alguna integrantes de la banda.
La banda operaba sobre todo en centros comerciales de la ciudad de Sao Paulo.
"La víctima era elegida (para) que tuviese las mismas características de las rubias", explica Alves.
La seguían hasta el estacionamiento del local y la obligaban con un arma a entrar a su vehículo. Ahí le robaban objetos de valor, documentos, tarjetas de crédito y códigos de seguridad de las mismas.
Mientras la víctima era llevada a dar vueltas por la ciudad en su propio auto, otra integrante de la banda se quedaba con las tarjetas de crédito.
Entonces llegaba el momento utilizar sus encantos para hacerse de un gran botín.
La "rubia" con las tarjetas robadas se dedicaba a recorrer centros comerciales y gastar todo lo que podía, confundiendo a los empleados con sus buenos modales y presencia agradable para evitar las sospechas.
"La víctima era elegida (para) que tuviese las mismas características de las rubias"
Joaquim Dias Alves, policía
Según Alves, el objetivo de la impostora era cambiar "la percepción de lo que estaba ocurriendo, con el uso de la tarjeta de crédito y la identidad de otra persona", que solía parecerse a ella.
Las tiendas favoritas de la banda eran sobre todo de artículos electrónicos, dijo el investigador, pero también compraban ropa de marca y sacaban todo el dinero que podían de
cajeros electrónicos.
Alves cree que la banda tenía un nivel de organización importante, incluso para dividir al equipo de secuestros y del de compras, de modo que fueran más difíciles de identificar por las víctimas una vez liberadas.
"El detalle es evidentemente la inteligencia, la estrategia que fue empleada para actuar", explica.
"Mucho" dinero
Se estima que la banda lleva tres años de actuación, aunque al principio comenzó con asaltos en edificios y recién después se dedicó al secuestro de por lo menos medio centenar de personas.
Las autoridades dicen que ya empezaron a desarticular a la banda.
Alves aclara que el número de víctimas sigue creciendo con la difusión que el caso ha tenido en los medios en estos días, que hizo aparecer nuevas denunciantes.
La policía cree que finalmente ha comenzado a desarticular a la banda.
Este jueves fueron arrestados como sospechosos de pertenecer al grupo una mujer (la única morocha que se cree que lo integraba) y un hombre (se estima que su función era asegurar los secuestros y conducir el vehículo)
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario